Rossi conversa con Pedrosa, en la rueda de prensa de Indy. / MotoGP
Apareció Valentino Rossi abrigado hasta las cejas en la sala
de conferencias del Indianapolis Motor Speedway (IMS). La
cremallera de la chaqueta azul hasta arriba y un pañuelo al cuello para proteger
su garganta.
Un resfriado de verano, al que no ayudó el aire acondicionado del
avión que le transportó desde Italia a Estados Unidos. Fue el piloto italiano el
primero que tomó la palabra en la rueda de prensa del Gran Premio de
Indianápolis para confirmar lo que era un secreto a voces. La pasada semana, en
el test privado de dos días que Yamaha organizó en el circuito
de Brno (República Checa), tanto Jorge Lorenzo como él probaron
el cambio seamless que vienen reclamando desde el inicio de la
temporada y que Honda monta en sus máquinas desde 2011 tras dos años de pruebas
de fiabilidad.
Un año de trabajo le ha costado a Yamaha, pero todavía no existe una fecha
para su puesta de largo y ni siquiera la confirmación de que será estrenado en
la presente temporada. "Probamos la nueva caja de cambios en Brno y la
sensación es fantástica. Nos ha gustado mucho, pero queda todavía mucho
trabajo por hacer y no está listo para utilizarlo aún, pero vamos a usarlo tan
pronto como sea posible. Jorge y yo estamos presionando para utilizarlo lo antes
posible", afirmó Il Dottore sobre una tecnología que le permite mejorar
algo menos de dos décimas por vuelta pero que en una carrera
-con una media de 30 giros- el progreso es considerable: "La moto es más fácil
de pilotar y de llevar al límite, castiga menos los neumáticos y es más estable
en aceleración y frenado".
La caja de cambios denominado 'seamless' (sin costuras)
permite un cambio imperceptible y sin apenas discontinuidad en la transmisión de
potencia. Un sistema que se utiliza en la Fórmula 1 desde 2006, aunque algunas
escuderías ya lo emplearon un año antes, y que evita la caída de revoluciones
del motor y la consiguiente pérdida de tiempo.
La complejidad del cambio seamless no permite introducirlo hasta
estar al 100% seguro de su perfecto funcionamiento porque peligra la
integridad del piloto. Si el cambio tiene algún problema, la
rueda se bloquea con la consiguiente caída del piloto. Además Yamaha cuenta con
el hándicap de que sólo le queda un motor por abrir de los cinco que dispone
cada piloto a lo largo de la temporada, porque tanto Lorenzo como Rossi ya han
descorchado cuatro e incluso han descartado uno cada uno.
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