Marc Márquez durante el GP de Cataluña (Fotos: Gold & Goose)
Pese a la segunda posición, el español es consciente de tienen problemas que solucionar.
Tras ser segundo en meta por detrás de Andrea Dovizioso, el español Marc Márquez ha estado distendido, riéndose de su caída en el pit lane al tropezar con el arrancador de la moto: “¿Cómo va a ser de coña?”, responde entre risas cuando le preguntan si ha sido intencionada, explicando cómo se ha producido el momento jocoso del domingo:
“No, no. Estaba concentrado en mi mundo, en si probaba el neumático duro de atrás y yo qué sé. No he visto el arrancador y me he caído. He pensado en a ver si Dorna no lo había grabado. He salido del box e iba mirando por las pantallas de reojo, todas, y venga, la repetición ahí puesta”, reconoce, de nuevo entre risas, poniéndose serio para hablar de su fin de semana, el más difícil que ha vivido en cuanto a caídas:
“Ha habido alguno en el que he tenido cuatro caídas, pero cinco creo que es el récord”, admite. “Bueno, seis contando esa”, matiza cuando le recuerdan la del pit lane. “Si contamos la media del sábado, sale cada diez vueltas una caída, más o menos, así que psicológicamente, por muy duro que seas, esto afecta, al feeling, a volver a confiar y a volver a salir y a empujar”, admite Márquez, que reivindica la importancia de su equipo y de su jefe de mecánicos, Santi Hernández, a la hora de devolverle la confianza tras tantas caídas:
“Esto es lo que digo del equipo, que ayuda mucho, porque en estos momentos es cuando más se nota. Así es como he podido salir a la carrera pensando en atacar. Tenía el objetivo de atacar, no el de acabar la carrera y reencontrar el feeling. Me ha preguntado Santi antes de salir que cuál era mi motivación para la carrera.
Le he dicho: ‘Hostias, qué dirán si me caigo otra vez, qué escribirán...’. (Más risas). Y me ha dicho que si a mí me interesa eso. Le he dicho que sé que hay gente detrás, que hay patrocinadores; y él me ha dicho que yo soy Marc y que le dé”, relata el 93, que ha aceptado el consejo y le ha salido bien:
“Eso es lo que he hecho y he cogido riesgos. Lo he hecho cuando Dovi tiraba”, confiesa el actual campeón, que se queda con lo bueno: “Hay que sacar el lado positivo y es que, si no me hubiese caído ayer, había muchos números para que me hubiera caído hoy. Esto me ha hecho gestionar la carrera, un pelín diferente, pero lo he intentado y he dado el cien por cien. Y luego se ha visto que me río de mí mismo, porque en el podio he dado otra voltereta”, recuerda.
A continuación, ha hecho su propia crónica de la carrera, haciendo hincapié en cómo le ha afectado el desgaste de neumáticos: “He salido e iba bastante bien. El neumático trasero se caía, pero yo tenía la dificultad añadida de que destrozaba el delantero, así que tenía que gestionar dos neumáticos, no sólo uno. Cuando se me ha caído el delantero, he empezado a entrar cruzado en las curvas y esto desgasta el trasero”, explica el piloto español, que contaba con un objetivo claro en carrera:
“Tenía muy claro que tenía que controlar a Pedrosa. Era mi objetivo este fin de semana, porque creía que sería el más difícil en la carrera por lo que se había visto en los entrenamientos. Sin embargo, cuando he visto a Dovizioso, sabía que nos metería un churro en las últimas vueltas. He intentado seguirle, pero en la recta perdía cuatro décimas tranquilamente y era imposible recuperarlo en las curvas”, reconoce Márquez.
“Es muy raro”, conviene sobre lo sucedido con las Yamaha oficiales, “porque Folger ha rodado prácticamente toda la carrera detrás de mí y los oficiales no han podido. Esto es lo que te descuadra un poco”, prosigue, aunque opta por centrarse en sus problemas. “pero Holanda y Alemania serán dos circuitos diferentes y hay que intentar solucionar los dos problemas que tengo. No hace falta que lo explique porque se ve...”, asegura tajante: “Si me caigo cinco veces de delante será por algo”.
Finalmente, también ha dado su visión de dos momentos calientes de la carrera en los que se ha visto envuelto, empezando por el adelantamiento que le ha hecho a Jorge Lorenzo:
“Ha molado, ¿eh? Me dicho: ‘No la freno, no la freno, no la freno’. Me ha venido algún flash de la carrera del año pasado, cuando (Andrea) Iannone se llevó a Lorenzo. He dicho: ‘Ya verás, ya verás’. Pero he ido para dentro (risas)
Ahí he dejado un poco de frenos para no poner en peligro que se me cerrase de delante, porque ya había tenido un susto con (Danilo) Petrucci en la salida. Al final la pasada queda ahí, marca de la casa”, se jacta el piloto español, que acto seguido comenta el incidente en la salida con Danilo Petrucci, que ha hecho un extraño al arrancar, yéndose en diagonal e impactando contra la Honda del 93:
“La verdad es que ha hecho una cosa muy rara. Nadie se cruza de esta manera en la salida, porque sabemos que es muy peligroso, en todas las categorías. Ha salido ya cruzado y yo iba recto. De repente he visto llegar una moto de la derecha, con la gran suerte de que hemos contactado lateral con lateral. Si uno hubiera estado delante del otro... vale más no pensarlo. Supongo que Dirección de Carrera le dará un toquecillo. Se puede ser más o menos agresivo, pero en las salidas hay que salir recto, porque hacerlo en abanico es peligroso”, concluye.
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