Los hombres quieren enamorarse, mientras que las mujeres prefieren tener más tiempo para ellas. Eso sí, hacer un viaje sigue siendo lo que más nos ilusiona tanto a un sexo como al otro, y si es a destinos europeos como París, Roma o Londres, mejor.
Estas son algunas de las curiosas conclusiones que se extraen del último Barómetro de la Ilusión presentado por Cofidis, una investigación que trata de analizar el índice de ilusión media en nuestro país y su evolución respecto del año pasado. En esta segunda edición del estudio queda reflejado también que la sociedad española afronta 2014 con un poco más de ilusión que el ejercicio anterior, habiendo pasado de un aprobado alto a un bien en una escala del uno al diez.
Tal y como asegura este índice, los españoles han alcanzado en el último año un nivel de ilusión media de 60 sobre 100, lo que supone un punto más que en 2012. Para llegar a esta conclusión, Gfk ha desarrollado una fórmula matemática que pondera tres factores: el número de proyectos que inspiran ilusión, el grado de importancia que le damos, y las expectativas que tenemos de conseguirlos. En base a esa fórmula, el estudio concluye que la ilusión aumenta levemente en España, y que lo hace fruto de la evolución de nuestro planteamiento. «Si bien anteriormente poníamos el foco de nuestra realización personal en múltiples proyectos, en 2013 nos hemos vuelto más pragmáticos. Nos centramos en los que son más seguros y probables, volcando nuestra ilusión en ellos porque tenemos mejores expectativas. Así el número de proyectos que más nos ilusionan se reducen, pero tenemos más esperanzas puestas en ellos», afirma Ileana del Río, directora de estudio/consumer experiences en Gfk.
El algoritmo de la ilusión
Según este estudio, este año se ha producido además un incremento en la alegría que despiertan todos los proyectos relacionados con el cuidado del cuerpo, la formación y la sociabilidad. En concreto, para 2014 nos planteamos como un objetivo cuidar la alimentación, hacer más deporte y todo lo relacionado con cuidar la línea para presumir de curvas. Como novedad, 2014 lo afrontamos con una especial ilusión para hacer nuevos amigos. El contexto socioeconómico probablemente haya tenido su incidencia en nuestra balanza de valores, pero nuestra prioridad sigue siendo disfrutar de la vida.
«Cuando lanzamos el padado año la idea de realizar este estudio hubo quienes pensaron que la ilusión era un input abstracto, un concepto que no puede cuantificarse empíricamente. Pues bien, se equivocaron. El resultado se puede medir a través del algoritmo de la ilusión. Desde Cofidis hemos querido hacer este estudio para poenr el foco en la ilusión como un motor para el desarrollo personal a todos los niveles: económico, social... Creemos que es necesario transmitirle a la sociedad esa ilusión», concluye del Río.
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