Mike Tyson acaba de publicar su nuevo libro, «Undisputed truth»
Hubo un tiempo en el que Mike Tyson era un hombre que infundía miedo. Terror. Lo hacía dentro y fuera del ring, donde la mayoría de sus rivales eran derrotados por KO. Eran tiempos felices para él. Tiempos de vino y rosas. No le faltaba el dinero ni las mujeres, pero todo eso se acabó hace tiempo.
En su nuevo libro, «Undisputed Truth» (La verdad indiscutible), Tyson hace un repaso a todos los pasajes de su vida.
Unos más divertidos y otros menos. Capítulos complicados en los que salen a la luz los aspectos menos conocidos de su vida.
Acusa a una de sus primeras mujeres, Robin Givens, de haberle creado un sinfin de problemas. Un día se la encontró en casa con Brad Pitt, al que se enfrentó y estuvo a punto de pegar. «No me pegues, no me pegues. Sólo estábamos repasando un guión», rogaba el actor según la versión de Tyson.
Las mujeres han sido su gran foco de problemas. Una de ellas, Desiree Washington, le acusó de violación y pasó tres años en prisión por culpa de ello. «¿Cómo se puede violar a alguien que viene a tu habitación a las dos de la madrugada?», apunta el exboxeador en el libro.
Un libro escrito por Larry Sloman, pero ideado por Tyson, en el que se utiliza un lenguaje tan coloquial que incluso ha tenido que añadir un anexo para explicar el significado de algunas palabras que se utilizan en el mismo.
De la cárcel, uno de sus momentos más complicados en la vida, cuenta que «tenía tanto sexo, que no me quedaban ganas de ir al gimnasio». «Me pasaba todo el día en la celda», explica, al tiempo que detalla que esos encuentros fueron con las chicas que le visitaban y con una rehabilitadora del centro, a la que pagó diez mil dólares para arreglar un techo de su casa.
El dispendio económico de Tyson a lo largo de su vida se explica simplemente viendo su nivel de vida. En un año llegó a ingresar 65 millones de dólares... pero se gastaba unos 62 al año, lo que le llevó a la bancarrota. «Había tenido una noche muy dura y no recuerdo dónde lo dejé», apunta acerca de un maletín que perdió con un millón de dólares en efectivo. Un ejemplo más de lo poco que importaba el dinero para él.
Ahora, con todo lo vivido, Tyson reconoce que a veces fantasea con «volar la cabeza a alguien y pasarse el resto de la vida en prisión». Locuras que sólo él sabe si algún día hará realidad, pero visto lo visto... todo es posible.
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