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sábado, 6 de julio de 2013

Trailer 30 días de oscuridad

Hace un par de años David Slade nos aterró con Hard Candy, ese ejercicio disléxico de Caperucita Roja que debería ser de obligada visión para la gente que se escuda en el anonimato de Internet para dar riendas sueltas a sus fantasías… por muy censurables que estas sean.




 El talento de Slade (que le hizo triunfar en el festival de Sitges) no pasó desapercibido y poco tiempo después se embarcó en el proyecto de llevar al cine 30 Días de noche, la maravillosa novela gráfica escrita por Steve Niles e ilustrada por Ben Templesmith. 30 Días de Oscuridad (seguimos sin entender el cambio de título) es un homenaje a mito vampírico. Ya desde el primer momento Stoker esta muy presente en la cinta con ese carguero encayado (al igual que ocurría con el Demeter) o el extraño visitante recíen llegado al pueblo de Barrow, cuyo nombre podría ser perfectamente Rendfield. Como ya ocurría en el cómic, y cuya participación en el guión de Niles se nota por su fidelidad a éste, olvidaros de vampiros romanticos o chupasangres salidos de novelas de Anne Rice. Aquí es su tremenda sed de sangre la que los arrastra al último reducto de Alaska como han ido haciendo durante decadas pero sin demostrar al mundo que existen fuera de sus pesadillas. El pueblo de Barrows, con su blanco manto de nieve envuelto por su oscuridad perpetua, es el marco perfecto para este título que revitaliza el debilitado género vampírico con la mejor película de chupasangres desde Entrevista con el Vampiro. En definitiva, si queréis ver un gran título de terror, con unos actores en estado de gracia (inmenso Danny Huston como Marlow), con grandiosas escenas de acción y sangre, muchísima sangre… 30 Días de Oscuridad es vuestra elección. Lo Mejor: Su ambientación, su historia y Danny Huston. Lo Peor: Ciertas escenas en las que se “nota” que recortaron metraje.

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