El edificio blanco que se ve a la izquierda es una guardería y un restaurante, al fondo hay bloques de viviendas muy aparentes, con su piscina en medio, muy cerca un edificio de llamativa arquitectura en el que está la sede del Ministerio de Ciencia e Innovación.
¿Os habéis fijado en la cantidad de cacas de perro existentes? No es algo anecdótico o puntual, en cuanto un gran porcentaje de los propietarios de perros de esta zona se aleja de los portales de las viviendas considera innecesario agacharse y recoger los excrementos de esos pobre animales, normalmente de raza, bien atendidos. Muchas calles del barrio están así constantemente. Muchas calles en muchos barrios de toda España, desgraciadamente.
Son perros que pasean guiados por gente aparentemente respetable. En realidad son unos guarros incívicos y unos irresponsables. Y hacen un flaco favor a todos los perros al no recoger las cacas de los suyos.
Y por eso, por guarros, se han ganado una bronca en forma de post. Una bronca ampliable por desgracia a muchas otras personas.
Me cabrea ese comportamiento, me cabrea mucho. Por su culpa mi perra tiene problemas para acceder a algunos parques públicos, ocupar algunas terrazas, pernoctar en algunas casas rurales o refrescarse en playas y ríos.
Nunca nadie jamás ha pisado una caca de mi perra. Nunca nadie jamás ha pisado las cacas de muchos perros cuyos dueños somos los que más reprobamos este comportamiento.
Tenéis perros, queréis a vuestros perros, queréis a los perros. ¡Hacednos a todos el puñetero favor de recoger sus cacas! Da igual que lo haga en una calle poco transitada, en un parque urbano, en una acera de un polígono… ¡Recogedlas, coño! ¡Si hasta las estrellas de Hollywood lo hacen!
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