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sábado, 1 de junio de 2013

GP de ITALIA Pedrosa conquista la ‘pole’ ante la perplejidad de Lorenzo

Pedrosa conquista la ‘pole’ ante la perplejidad de Lorenzo
Pedrosa, durante la clasificación de MotoGP. / Afp
Márquez, con una fractura pequeña en el hombro, volvió a caerse en los segundos entrenamientos libres pero saldrá desde la segunda línea


Se guardaban en Honda un as en la manga. Parecía que era el renacer de Marc Márquez, pero en la última vuelta quedó relegado hasta el sexto puesto. Sobresaliente, a tenor de cómo habían transcurrido las horas previas. Pedrosa fue la caja de sorpresas. Con un parcial final espectacular conquistó la 'pole' arrebatándosela a Jorge Lorenzo por 69 milésimas. Se felicitaron al terminar los que habían sido enemigos acérrimos. «Me ha parecido sorprendente lo de Dani. Me ha vencido estupendamente», elogió el mallorquín. Quedaron como caballeros elegantes. «He tenido mucho tráfico, parecía que no lo iba a lograr», repuso el catalán en referencia a unos gestos que le dedicó a Dovizioso poco antes de vencer quejándose de que le estropeaba sus marcas adrede. Se encontró con el italiano, tercero, después y exigió explicaciones. Todo quedó en un apretón de manos. De ahí la sonrisa del piloto de Ducati, ya que también demostró que su 'bala roja' puede dar más de lo visto hasta el momento.
La realidad es que las cámaras estaban fijadas en un solo hombre. Aquel que conducía bajo la insignia del número '93'. Se probó Márquez en los segundos entrenamientos libres del sábado. La razón era sencilla: en las pruebas médicas que le habían realizado por la mañana tras el accidente del viernes detectaron que tenía una pequeña fractura en el hombro derecho. A pesar de ello, no dudó en decir a sus jefes de equipo que quería ver cómo reaccionaba su cuerpo ante los dolores que padecía. No estaban muy seguros, toda vez que hinchazón alrededor de su mentón era tan elevada que asustaba nada más verlo pasar por delante. Había estado toda la noche acompañado del padre, Juliá Márquez, quien normalmente duerme en las afueras del circuito lejos del hijo, pero esta vez le pidió que estuviese a su lado. Con dicha inflamación en la barbilla y dolores cervicales salió a pista el de Cervera. Corrió con temple, algo característico en él. Quizá esa falta de miedo fue lo que provocó que de nuevo se cayera. Otra vez cuando iba a más de 200 Km/h (la caída del viernes se calcula en 280 Km/h) tocó hierba. Se tiró de la moto, cual reflejos de gato, para evitar males mayores.
No se amilanó e intentó clasificarse para la Q2, su principal objetivo según reconoció el manager Emilio Alzamora aunque no hiciera una buena posición final. Antes, en la FP4, ya había avisado a sus competidores que no lo descartan tan fácilmente. Se aupó hasta un séptimo puesto que le daba una inyección de moral, lo que más necesitaba ante tantas medicinas que se tenía que tomar para contener unos dolores que aumentaban a un ritmo vertiginoso. También su compañero Pedrosa le había enseñado el camino en esa misma tanda al lograr el mejor tiempo por delante de las Yamaha, augurando que la puesta a punto se estaba desarrollando de buena manera.
Clasificación para la Q2
Como era de esperar, en la Q1 Marc no tuvo ningún inconveniente para quedar primero. Más bien le dio tiempo hasta de firmar algunos autógrafos sobre las CRT que lo veían pasar cual Ferrari junto a un utilitario. La gran batalla se presentaba realmente entre las 'satélites' de Iannone con su Ducati y Smith con la Yamaha. Venció el segundo, aunque también De Puniet estuvo cerca de dar la sorpresa al poder comprobar que un gran pilotaje en Mugello compensar las malas prestaciones de una moto anterior. La grata sorpresa española de los mortales en la cola fue Héctor Barberá al que unos tiempos bastante buenos lo relegarán hasta la quinta fila.
Paso a paso en la ronda clasificatoria definitiva los favoritos fueron venciéndose entre sí. En la conquista por las otras líneas de salida preferentes, Rossi quería dar espectáculo a ese grupo de locos vestidos de amarillo fluorescente que le recordaban la belleza de este mundo del motor. Crutchlow, cuarto tras una aparatosa caída a falta de cuatro minutos para terminar, demostrar que las Yamaha eran diferentes cuando pisaban el histórico recinto italiano. Bradl, quinto, rindió cuentas ante los incrédulos que dudaban de la forma en la que se iba a comportar su Honda sin mejoras. Al final todos quedaron en unas pocas décimas. Menos el séptimo puesto del 'Il Dottore', que sigue sin perder su alegría a pesar de los malos resultados.

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