El enorme dispositivo promocional de la Disney ha comenzado ya a desplegar todos sus efectivos en Valencia. Y lo ha hecho con los cuatro profesionales en torno a los cuales se sostiene Tomorrowland: El mundo del mañana, el nuevo gran lanzamiento de la compañía: con su director Brad Bird y sus actores George Clooney, Britt Robertson y Raffey Cassidy.
El marco elegido no podía ser otro que el complejo arquitectónico de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, lugar en el que se filmaron un buen número de las escenas de acción, emplazadas en un paisaje futurista, propio de la dimensión paralela que describe la película. Brad Bird, quien descubrió el complejo valenciano gracias a un anuncio publicitario que le mostró su colega Tom Peitzman, se ha deshecho en elogios ante lo que considera “algo impresionante, una arquitectura futurista de la que tuvimos claro, desde que la vimos, que tenía que salir en nuestra película, tras buscar en toda clase de arquitecturas de ese estilo”.
Sobre su rol protagonista, el propio George Clooney ha afirmado: "Cuando Brad me lo propuso pensé que era perfecto para mí, al fin y al cabo se trataba de un hombre de 54 años, algo gruñón y enfadado con el mundo”, ha comentado con sorna. También ha defendido el papel meramente lúdico del cine, sin por ello negar la posibilidad de motor para el cambio social que puede conllevar: "El secreto de películas como esta está en entretener, aunque si a lo largo de las dos horas hay gente joven que sale convencida de que su voz puede cambiar las cosas, me parece estupendo: soy de una generación, la que creció en los 60 y 70, que no solo creíamos que las voces individuales podían cambiar las cosas, sino que de hecho lo hicieron”, ha remarcado. Sobre la necesidad de que el mundo potencie a los soñadores, tesis de fondo que plantea el filme, ha afirmado: "La respuesta es sí: no hay más que ver este edificio”. “Es necesario el pensamiento de la utopía”, ha concedido por su parte Brad Bird, aunque matizando que “soñar es solo el primer paso, porque las decisiones colectivas y personales dan forma al mundo”.
La joven Britt Robertson, quien hace la veces de 'partenaire' escénica de Clooney en su viaje a esa ciudad de ensueño materializada en Tomorrowland, ha destacado la “enorme experiencia” que para ella ha supuesto participar en una película “intimidante por sus dimensiones, sus grandes decorados y escenificaciones”, pese a lo cual ha explicado no sentirse del todo “abrumada”. Por su parte, la británica Raffey Cassidy, de solo 13 años, ha defendido su papel de androide con sentimientos: “Aunque era un robot, era más sofisticada que el resto [...] “Lo pasé muy bien, y repetiría sin dudarlo”.
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