jueves, 13 de marzo de 2014
Richie Havens en el cielo de Pachá
La discoteca Pachá de Madrid ya no existe. Convertida en una auténtica discoteca en plena efervescencia de la noche madrileña el 23 de abril de 1980, echó el cierre definitivamente en abril de 2013. Quien no haya pisado la pista de baile de Pachá al menos una vez y merodeado por “el cielo” de Pachá, la planta alta del antiguo teatro Barceló, sintiéndose héroe por un día, que tire la primera piedra.
Atravesar la puerta de Pachá era todo un reto cuando de lo que se trataba era de finalizar la noche a lo Studio 54, con la seguridad de que la música iba a estar a la altura de las circunstancias. Los discjockey eran expertos en las mezclas de música disco y house en una selección con ribetes más tecno que melódicos. Cuando la noche llegaba al final, y tocaba echar el cierre, los dj´s tenían por costumbre elegir una canción más enrollada, que siempre era celebrada con euforia desde la pista, creando un clima emocionante muy ad hoc para la despedida.
De las que recuerdo en este plan, estaba “Heaven” de Talking Heads, mensaje subliminal y un guiño de complicidad a los clientes. Otra que rompía la monotonía en la pista cuando agonizaba la noche era “Jamming” de Bob Marley. También hubo una temporada que sonaba una canción con unos hipnóticos timbales de Sade Adu. Me he vuelto loco intentando recordar el nombre sin conseguirlo y por hoy he desistido. Otras, en fin, y sin ser exhaustivo -tampoco me prodigaba tanto-, eran “ABC” de los Jackson Five y ”Dance Little Sister” de Terence Trent D´Arby.
Pero el momento más álgido que recuerdo en el viaje al fin de la noche de Pachá se producía cuando arrancaba aquel sonido a piano destartalado y aquel punteo de guitarra funky a los que disciplinadamente se incorporaban una batería terroríficamente orgánica y la voz de tormenta de arena de Richie Havens, que entraba como una explosión capaz de abrir cada poro de tu piel. “Going Back To My Roots”, en la versión doce pulgadas, volvía loco al personal como ninguna de las canciones que pudieran sonar en esta ya legendaria discoteca madrileña.
Richie Havens nos dejó exactamente el mismo mes que cerraba Pachá, el 23 de abril de 2013. Triste coincidencia. Es cierto que Richie Havens puede ser recordado por mucho más, desde los primeros tiempos en el Greenwich Village y su concierto en Woodstock, o su aparición en la extraordinaria gira Rolling Thunder Revue de 1975 y 1976 junto a Joni Mitchell, Roger McGuinn y Joan Baez acompañando a Bob Dylan. Una carrera por décadas de las más honestas y silenciosas dentro del folk de raíces negras.
Mejor intérprete que compositor, son memorables sus versiones, alguna de ellas catapultada al éxito, como ocurrió con ”Here Comes The Sun” de George Harrison. Pero para mí, esta canción trepidante original de Lamont Dozier (sí, el de Holland-Dozier-Holland), que recuerda lo mejor del primario sonido house de Detroit y Chicago, es sencillamente insuperable si de lo que hablamos es de pista de baile. Salud, allá donde estés, Richie. Aunque supongo que estás en el cielo.
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