NASA
Fobos es la mayor luna de Marte, un mundo rocoso y amorfo cuya superficie contiene toneladas de polvo, tierra y rocas que en el pasado pudieron pertenecer al Planeta rojo.
Aunque su formación todavía es un misterio, los científicos sospechan que quizás el satélite pudo originarse, y «engordar», a partir de restos de escombros de Marte eyectados al espacio por el impacto de grandes asteroides u otros cuerpos desde hace millones de años. Esto es lo que una misión rusa, prevista para 2020, pretende descubrir. Científicos rusos quieren enviar a Fobos una nave que recoja una muestra del terreno. Según explican, sería como «catar» dos cuerpos celestes por el precio de uno.
La futura misión rusa será el segundo intento de la agencia espacial para recoger una muestra del suelo de Fobos. El primer intento se realizó en 2011, pero un fallo en el motor derribó la nave antes de que pudiera salir de la órbita terrestre. Ahora, la revista Planetary and Space Science, ha publicado una investigación científica sobre Fobos que surgió a partir de la preparación de la misión original, que, de no haber tenido problemas, todavía estaría en el camino.
Pedazos marcianos
Los científicos habían asumido durante mucho tiempo que probablemente Fobos contendría fragmentos de Marte pero los planificadores de la misión rusa querían saber hasta qué punto y dónde podrían encontrarse estos «pedazos marcianos». Para responder a estas preguntas, el equipo de James Head, profesor de ciencias geológicas en la Universidad de Brown, elaboraron un modelo inspirado en nuestra propia Luna para estimar la cantidad del regolito (roca suelta y polvo) en la superficie de Fobos que podría provenir de los proyectiles. Luego utilizaron datos gravitacionales y orbitales para determinar qué proporción de ese material llegó de Marte.
«Cuando un objeto impacta en Marte, solo una cierta proporción de material expulsado tendrá suficiente velocidad para alcanzar la altitud de Fobos, y la trayectoria orbital de Fobos intercepta solo una cierta proporción de los mismos», explica Ken Ramsley, científico que participó en el estudio. «De esta forma podemos averiguar qué proporción de material en la superficie de Fobos es marciana».
De acuerdo con estos cálculos, el regolito en Fobos debe contener material de Marte en un rango de alrededor de 250 partes por millón. Los bits marcianos deben de estar distribuidos de manera bastante uniforme por toda la superficie, sobre todo en las capas superiores del regolito, según los resultados de investigadores.
«Solo recientemente -en los últimos 100 millones de años- Fobos ha orbitado tan cerca de Marte», dice Ramsley. «En un pasado lejano, orbitaba mucho más arriba. Por ese motivo, vamos a ver de 10 a 100 veces más concentración (de materiales marcianos) en el regolito superior que a más profundidad».
Corazón helado
Pero Fobos sigue siendo un misterio. Los científicos aún no están seguros de dónde vino. Puede ser un pedazo de Marte que fue eyectado por un impacto en la historia temprana del planeta, o tratarse de un asteroide atrapado en su órbita. También existen dudas sobre si su interior podría contener cantidades significativas de agua. «Fobos tiene muy baja densidad. ¿Se debe a que tiene hielo en su interior o a que está completamente fragmentado, como un montón de escombros sueltos ? No lo sabemos», reconoce Head.
Si todo va bien, la próxima misión rusa ayudará a resolver algunos de estos misterios sobre Fobos y aprender algo más acerca de Marte en el proceso.
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