A Valentino Rossi le llaman El Doctor porque él mismo bromeó una vez con que la mayoría de los médicos en Italia se apellidan así. Ahora, Marc Márquez, al que muchos apodan 'el nuevo Rossi' sí se ha ganado a pulso el calificativo de doctor.
Todo sucedió mientras Marc se entrenaba con su hermano. Álex se fue al suelo -"en la caída más tonta que le he visto nunca", según Marc- y se dislocó el hombro derecho. El menor de los Márquez estuvo cuatro minutos con el hombro fuera. "Había una ATS, pero no se atrevió a colocarlo", evoca. Hasta que intervino el mayor. "Me dijo: '¿Lo intento?' y le respondí: Vale".
El bicampeón actuó con diligencia. Mientras el padre, Julià, sujetaba el brazo, él lo puso en su sitio. Y Álex acabó encantado. "No noté nada. Ya se me había salido dos veces, pero es la vez que mejor me lo han colocado. Él tiene experiencia. Se ve que tiene mano para poner hombros", decía entre risas.
Marc no las tenía todas consigo. "Ya tenía algo de experiencia en que me lo pusieran –este año en Silverstone-. Era una cosa que se tenía que hacer sí o sí. Estuve nervioso hasta que no le hicieron la resonancia porque no sabía cómo lo había puesto, pero estuvo bien. Me dijeron que apto", comentaba sonriendo.
Y Álex le está muy agradecido. "Si no me lo pone en ese momento, seguramente no estaría en Malasia", desveló. Dio la casualidad de que ayer se volvió a caer y justo se hizo daño en ese hombro. Pero no se le dislocó. "Y cuando hago cualquier tontería se me sale", decía feliz el de Moto3. Por lo visto, Marc tendría futuro en otra disciplina fuera de las motos.
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