GP de Holanda
Elpiloto italiano logró su primera victoria desde octubre de 2010
Lorenzo acabó quinto a pesar de tener la clavícula recién operada
Márquez, segundo, completó su 6º podio en siete carreras disputadas
Tres años y 44 grandes premios después, el mejor piloto de la historia de MotoGP, Valentino Rossi, resurgió de sus cenizas y volvió a dar una cátedra de pilotaje en uno de los trazados más simbólicos del Campeonato. Nada más y nada menos que en Assen. Lágrimas de alegría por parte del italiano y llanto de dolor, valentía y carácter del actual campeón,
Jorge Lorenzo. El mallorquín recurrió a la épica y su carácter ganador para pasar, en un solo día, del quirófano a la quinta plaza en Holanda.
Crutchlow partía desde la 'pole', la primera de su carrera en la categoría reina, aunque de poco le sirvió al inicio, ya que Pedrosa saltó de la quinta a la primera posición en la primera curva, seguido de Márquez que se puso a rueda de su compañero rápidamente. Pero Rossi sabía que, tras alcanzar el cuarto mejor tiempo en los entrenamientos, estaba a punto para volver a sentirse campeón a bordo de su Yamaha.
Poco tardó en seguir la estela de Pedrosa pero menos aún en rebasarle e iniciar el principio de una carrera inmaculada, llevando el júbilo a las gradas holandesas. Todo fue perfecto, como antaño, cuando 'Il Dottore' volaba sobre la pista carrera tras carrera quitándose rivales de en medio a golpe de derrapada.
El italiano inició su escapada mientras Márquez y Pedrosa se perdían en su habitual lucha doméstica. Mientras tanto, Jorge Lorenzo iba escalando posiciones, alcanzando el cuarto lugar con un dolor insoportable. El mallorquín se erigió en el perfecto mártir, aguantando cada frenada como si estuviese al borde del precipicio.
El sufrimiento en su clavícula desgastó mucho a Lorenzo que, empezó a bajar el ritmo y de ello se aprovechó Cal Crutchlow para ponerse a rueda del español y posteriormente sobrepasarle con el permiso de éste. Jorge estaba cumpliendo con creces y su dosificación fue la estrategia más inteligente.
Mientras tanto, Áleix Espargaró y Álvaro Bautista protagonizaban una lucha encarnizada por hacerse con el séptimo puesto, lo que les llevó a estar a rebufo de un constante Stefan Bradl, aunque el joven alemán se mantuvo en sus trece y no dio su brazo a torcer.
Duelo Pedrosa-Márquez
Tras pasar el ecuador de la carrera, Valentino abrió hueco gracias, en gran parte, al duelo Márquez-Pedrosa. El de Castellar del Vallés aguantó al debutante por dos veces, las mismas que Márquez se coló por el único hueco que su compañero dejaba vacante pero Pedrosa volvía a maniatar al joven piloto.
Sin embargo, el supuesto desgaste de la rueda delantera de su Honda volvió a hacer mella en su actuación y permitió que Marc le rebasara con facilidad. A partir de ahí, el ritmo de Pedrosa fue de más a menos y cada parcial se convertía en un lastre más. Márquez fue a por Valentino a la desesperada pero el campeón italiano ya había puesto tierra de por medio, con más de dos segundos de ventaja sobre el ilerdense. Aun así, la distancia con el transalpino no era su mayor problema en ese momento.
Cal Crutchlow quería reivindicarse en el que consideraba su gran premio por predilección e intentó de todos los modos abalanzarse sobre el español pero éste se defendía con uñas y dientes, dando pinceladas de su gran talento en cada viraje. Sin embargo, una mala trazada a la desesperada del piloto germano le despegó del catalán, asegurando la segunda plaza de éste.
Con todo visto para sentencia, Rossi cruzó la bandera de cuadros como si nunca hubiese sido privado del éxito, felicitado por todos sus oponentes, llámense admiradores, seguido de su relevo natural, el niño que está maravillando al Mundial, Marc Márquez.
El español encadena seis podios en sieta carreras en su debut y sigue soñando con el campeonato. El otro ganador fue Jorge Lorenzo, una fiera indomable que por nada iba a regalar un puñado de puntos. Puntos, que serán mirados con lupa y deseados a final de temporada.
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