La imagen del equipo de bomberos entrando en el quirófano debió ser como una película de humor negro. Una mesa de operaciones, un paciente con las piernas abiertas y un ‘obús metálico’ apuntando al infinito. Sin tiempo que perder se pusieron manos a la obra. Con una radial con un disco especial para cortar acero, tardaron más de dos horas en liberar el pene y los testículos del sufrido germano. Menos mal que estaba dormido como un tronco (gracias a una anestesia general).
El trabajo fue tan ‘duro’ (un calificativo que me viene que ni pintado) que tuvieron que cambiar dos veces de disco y consumieron dos baterías. Tal fue la nube de chispas que se montó dentro de la sala de operaciones, que parecían el mismísimo Tony Stark fabricando su traje de ‘Iron Man‘.
Según declaró un portavoz del Cuerpo de Bomberos de Ibiza, “es la primera vez que se ven obligados a realizar una intervención de este tipo“. También añadió que en otras ocasiones han colaborado con los sanitarios para retirar juguetes sexuales pero “ninguna de las actuaciones fue tan complicada“. Este caso demuestra que la tecnología alemana es excelente para cualquier tipo de producto.
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