Un collar monitoriza la salud de los perros

Una start-up de San Francisco ha creado Whistle, un dispositivo que registra los movimientos de las mascotas para anticipar problemas veterinarios El sensor del collar determina si el perro está descansando, paseando, jugando o activo Un sensor en el collar puede ayudar a controlar el estado de




salud de los perros. Whistle, una start-up estadounidense, ha desarrollado una tecnología capaz de medir la actividad diaria de un perro y detectar si existen cambios en sus hábitos que puedan predecir algún problema. La tecnología de Whistle es parecida a la que usan otras compañías para medir la actividad física de los humanos. Aun así, su planteamiento es diferente. En vez de centrarse en las calorías, el número de pasos, o los kilómetros recorridos, el sensor en el collar determina cuánto tiempo dedica el perro cada día a descansar, a pasear, a jugar o a estar activo. Una variación significativa en uno de estos parámetros puede significar que está herido o enfermo. Gracias a que el dispositivo registra la actividad del perro día a día, el dueño –o su veterinario– pueden identificar si los cambios se deben a modificaciones del estilo de vida del dueño o, por el contrario, son síntomas que experimenta la mascota. Además de controlar la actividad diaria del perro, el sistema también permite registrar cuándo sus dueños han jugado con él, o le han dado de comer, o se lo han llevado de paseo. Todo a través de una aplicación para el teléfono móvil que, así, lleva un diario de su vida. La información del dispositivo se transfiere a la misma aplicación del teléfono móvil. Esta muestra las estadísticas y los patrones de una manera visual y sencilla, tanto para los dueños como para los veterinarios. Los creadores de Whistle no solo quieren facilitar la vida de los que tienen un perro en casa. También quieren recopilar información global sobre los hábitos de vida de estos animales domésticos, y categorizarla por razas y edades. Esto permitiría mejorar la aplicación y además utilizarse en el ámbito académico. Al tratarse de perros, la confidencialidad y la privacidad no son un problema. Aunque se supone que Whistle ya tiene en cuenta la edad del perro y su raza a la hora de registrar las medidas, según estas estén más extendidas será más fácil identificar un problema potencial. Por el momento la aplicación solo está disponible para los dispositivos móviles de Apple, aunque se espera una versión para Android pronto. El dispositivo saldrá a lo largo del verano, y ya se puede reservar –por unos 100 dólares– en la propia página web.