Ahora que llega la primavera las terrazas, balcones patios y jardines están más tiempo abiertos. No solo eso, además tendemos a comprar plantas o las que ya teníamos se ponen esplendorosas. Teniendo eso en cuenta he decidido recuperar un post que ya traje aquí hace cuatro años sobre gatos y plantas:
En numerosas ocasiones los propietarios de gatos también son amantes de las plantas, aunque desafortunadamente unos y otros no son siempre compatibles.Este gato, cruce bosque de noruega, fue llevado a un veterinario para que lo sacrificaran porque una de sus patas quedó dañada por un cepo. Necesita urgentemente un hogar.
Hay gatos que tienen la mala costumbre de orinar o defecar en la tierra de las macetas. Otros gustan de escarbar en el sustrato o juguetear con las hojas, rajándolas con sus afiladas uñas (las colgantes u oscilantes como las cintas son irresistibles para casi cualquier minino), o trepar por los trocos leñosos de las plantas más grandes como los ficus.
Cualquiera de estas manías no suelen sentar muy bien a las plantas y cuya solución es el ingenio: pulverizar con agua al animal cuando le pillemos en faena, instalar mallas protectoras o colocar objetos que caigan con estruendo cuando se suba a las macetas.
Pero el verdadero peligro lo corren los felinos aficionados a mordisquear todo lo verde. Ficus, cala, azalea, rododendro, ciclamen, acebo, tulipán, jacinto y flor de pascua provocan cuadros de envenenamiento.
Si observamos que el gatito mastica plantas conviene desterrar las peligrosas y tener la “hierba gatera” que venden en tiendas especializadas. Podéis ver a uno de mis gatos de cachorro dando buena cuenta de ella.
Contacto: animalesdebaeza@gmail.com
Sin raza pero con mucha clase (IX)
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