cabecera

viernes, 31 de mayo de 2013

Rosberg, cuestión de familia

Fórmula 1 2013 - F1

  • superioridad que su MercedesMercedesMercedes ya había evidenciado en los entrenamientos libres del jueves y en la clasificación del sábado para llevarse la victoria treinta años después de que su padre ganara en esas mismas calles. A Keke le entregó el trofeo Raniero III; a Nico, Alberto II. De padres a hijos.
    Ganó Rosberg de principio a fin una carrera larga, lenta y accidentada en la que Fernando Alonso, séptimo, fue víctima inicialmente de la primera ley de Mónaco, esa que dice que la clasificación es decisiva –y el asturiano sólo había logrado la sexta plaza en la parrilla–, y posteriormente de la segunda; la que asegura que en las calles de Montecarlo no se puede adelantar salvo que uno esté dispuesto a jugarse el tipo. El propio y el ajeno.
  • La primera norma del circuito monegasco le condenó en la salida a quedar anclado en la sexta plaza, incapaz de superar a Raikkonen; la segunda a punto estuvo de costarle incluso más cara ante las arremetidas de «Checo» Pérez (McLaren), un piloto tremendamente impulsivo que ataca como si el circuito fuera suyo y los rivales tuvieran la obligación de apartarse; un piloto que saca provecho del no tener nada que perder como artilugio para intentar ganar.
    Pérez, el ahijado de Carlos Slim en el «Circo», se tiró sin miramientos en la frenada previa a la chicane ante Button, Alonso y en dos ocasiones sobre Raikkonen, quien ya en la primera no dudó en tildar por radio de «idiota» al mexicano.
    La sucesión inicial de inútiles vueltas en procesión se prolongó hasta el giro 30; cuando Felipe Massa sufría un aparatoso accidente a la salida de Santa Devota para empotrar su Ferrari en las barreras en una repetición del accidente que ya sufrió el jueves. Coche de seguridad en pista y los dos MercedesMercedesMercedes que se veían obligados a entrar al mismos tiempo a cambiar neumáticos, lo que le costaba a Hamilton ceder su plaza a los Red Bull de Vettel y Webber.
    Apenas se había reanudado la carrera y se detenía de nuevo cuando el Marussia de Chilton impactaba con el Williams de Maldonado. Bandera roja y parada en la parrilla. En ella perdía una plaza Alonso al considerar los jueces que se había defendido de Pérez saltándose la chicane. En la parrilla se hizo el segundo cambio de neumáticos. Quedaban treinta vuelta. Carrera al sprint y ya sin paradas, sin mayor «emoción» que la pimienta que seguía repartiendo el mexicano Pérez, que no paró hasta encontrarse de nuevo con Raikkonen. Se cansó el finlandés de tener que abrirle la puerta y lo pagó caro con un pinchazo. También lo pagó Alonso, que se llevó por delante una pieza del finlandés y no pudo evitar verse superado por Button.
    Mal día, negro, para Ferrari; feliz para Rosberg y muy rentable para Vettel, que con su segundo puesto es más líder del mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia de Creative Commons
© Oculta en el crepúsculo