RapidShare es un buen ejemplo de cómo una empresa con una muy buena imagen y un número importante de usuarios se ha ido al garete. ¿Por qué? Por haberle dado la espalda a los usuarios
más fieles de su servicio y, siendo sinceros, por participar en un negocio un tanto oscuro.
Independientemente de esto último RapidShare fue en su día sinónimo de descarga directa y utilizado por millones de personas en el mundo. Sin embargo, tras el cierre de Megaupload la empresa suiza optó por cambiar radicalmente sus servicios, con una oferta que no se ajustaba a las necesidades de sus clientes. El hecho de que el 75% de la plantilla haya sido despedida (según 20Minuten) es indicativo de que las cosas no salieron como muchos esperaban y que el final está cerca.
Desde el año 2009 hasta hoy RapidShare ha tomado una serie de decisiones un tanto sorprendentes con respecto a su producto principal. En enero de aquel año lanzó Rapidmovies, que se quedó en nada, y casi todas las actualizaciones posteriores del servicio han ido en contra de los intereses de la comunidad: RapidDrive, implantación primero de límites de velocidad a las cuentas gratuitas y su eliminación ocho meses después, renovación del servicio y nuevos planes de pago que dejaron descontentos a muchos usuarios.
Mientras tanto la empresa se gastó medio millón de dólares en grupos de presión para conseguir mejorar su imagen ante las autoridades y grupos reguladores de Washington DC. Un síntoma más de que el hecho de ser partícipe de un negocio un tanto oscuro y de darle la espalda a tus usuarios principales puede no ser una muy buena decisión. No sería extraño que la próxima noticia relacionada con RapidShare sea la de su cierre definitivo.
Vía | TorrentFreak
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