El crowdfunding fue uno de los principales protagonistas del año 2012. Esta nueva forma de financiación de ideas y proyectos tiene en la estadounidense Kickstarter a su principal ejemplo pero
hoy en día existen ya iniciativas en todos los países del mundo asociadas con el crowdfunding.
El crowdfunding, que en su conjunto movió 2.700 millones de dólares el año pasado, presenta diferentes estructuras. Puede ser utilizado para participar en ideas emprendedoras a cambio de un porcentaje de las empresas, puede tener forma de donaciones y, en su forma más habitual, utilizarse para financiar proyectos y productos concretos. Dentro de esta última categoría encontraríamos lo que se conoce con el nombre de Pretail.
Pretail, una modalidad de crowdfunding
Muchos proyectos que aparecen en plataformas como Kickstarter están relacionados con el Pretail; es decir, previo a su lanzamiento los creadores de los productos buscan en las plataformas de crowdfunding a consumidores interesados que, además de financiar la idea, se conviertan en los primeros compradores.
Es una forma sencilla y directa de reservar un producto antes de que éste sea lanzado, pero con las ventajas que ofrece el crowdfunding para todas las partes: por un lado los creadores se aseguran una demanda mínima de sus creaciones y por otro lado los usuarios compran un producto de interés y además participan en el proyecto desde sus inicios, viendo cómo éste se desarrolla pasando de un prototipo a algo real. El crowdfunding basado en recompensas (del que el Pretail forma parte) creció un 85% en el 2012 con respecto al año anterior, alcanzando los 1.400 millones de dólares. Un negocio que, como hemos apuntado anteriormente, tiene en Kickstarter su principal impulsor. La startup neoyorquina creada por Perry Chen, Yancey Strickler y Charles Adler contó con 2,2 millones de contribuyentes en 2012, de 177 países que aportaron más de 275 millones de dólares para financiar proyectos de diversa naturaleza.
Razones para creer en el Pretail
Un análisis del Pretail publicado por TrendWatching apunta que existen varias razones por las que el Pretail no es una moda y consolidará su posición como una forma de reserva y adquisición de productos interesantes.Hoy en día, más que nunca, vivimos en un mundo global y que se encuentra conectado en todo momento. Esto permite que un inventor o creador de España, por poner un ejemplo, pueda mostrarle su idea a posibles compradores de todo el mundo y que, a través de plataformas como Kickstarter o IndieGogo, éstos se conviertan en partícipes.
Otra ventaja que presenta el Pretail frente a otras modalidades de compra es el hecho de que supone una forma de filtrar proyectos. A través del crowdfunding un creador puede conocer si existe una demanda inicial para sus productos y cuántos hipotéticos clientes podría llegar a tener. Esto puede fomentar una relacion de confianza entre creador y comprador difícilmente obtenible a través de métodos diferentes al crowdfunding.
La razón anterior nos lleva a afirmar que el Pretail es también una tendencia de la que se pueden aprovechar emprendedores y empresas de nueva creación. Es un mecanimos para conocer la demanda existente previa a un lanzamiento (asegurándose además un nivel concreto de ventas) y una forma efectiva de marketing y comunicación, creando un vínculo más cercano entre creador y consumidor.
Ejemplos de plataformas
Existen en todo el mundo numerosas plataformas de crowdfunding y, concretamente, de Pretail. Además de la ya conocida y mencionada Kickstarter también hay otras como Christie Street o Crowd Supply que han visto como proyectos de la talla de Wrappled, Outgrow.me o Tiny Light Bulbs se convierten en productos concretos con una demanda previa.En el caso de españa existen también varias iniciativas similares, entre las que destaca fromlab; una plataforma creada en Valencia y que está apoyada por la aceleradora e incubadora de ideas emprendedoras Plug & Play España. En ella podemos encontrar desde elementos para decorar nuestro hogar hasta prendas o complementos personales.
El funcionamiento de todas estas plataformas es muy similar: los creadores presentan y describen sus productos, normalmente acompañados de imágenes y vídeos. Los usuarios son los que posteriormente pueden decidir con qué cantidad de dinero apoyar cada una de las iniciativas presentadas. Si dichos proyectos consiguen un nivel de apoyo mínimo (por ejemplo, se reservan un número determinado de unidades) se procederá a su fabricación y distribución, cobrándole a los contribuyentes la parte correspondiente. Si por alguna razón el proyecto no sale adelante por no alcanzar el nivel mínimo de pedidos, los consumidores no pierden su dinero.
Y tú, ¿te atreverías a vender tus productos o a comprar el de otros a través de este tipo de iniciativas?
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