El Reglamento (CE) nº 479/2008 del Consejo de 29 de abril de 2008 por el que se establece la organización común del mercado vitivinícola, que modifica los Reglamentos (CE) n° 1493/1999, (CE) n° 1782/2003, (CE) n° 1290/2005 y (CE) n° 3/2008, y que deroga los Reglamentos (CEE) n° 2392/86 y (CE) n° 1493/1999. El presente reglamento introduce una reforma profunda de la organización común del mercado (OCM) vitivinícola.
Esta reforma de la organización común del mercado del vino (OCM) era necesaria y fue bien acogida por nuestro gremio, ya que mejora no solo la competitividad del vino sino también su futuro, ya que persigue que este sector tenga un desarrollo sostenible.
Es un hecho que la legislación se ha adaptado a las nuevas tendencias del etiquetado y que ha mejorado la información para los consumidores, pero creo que no ha solucionado la pelea de competencias en esta materia. Hasta ahora ha mejorado la defensa de las Denominaciones de Origen y ha favorecido la trasparencia, aunque no las consolida suficientemente.
Creo que no soluciona, en mi opinión, el problema de la libre plantación de viñedo. Ni el control de los derechos de plantación, que lo aplaza hasta el año 2014. Europa se estaba quedando atrás en políticas comerciales y necesitaba esta reforma. Es un gran paso, pero aún queda mucho trabajo por delante en un sector que cada vez tiene más importancia en España y en Europa.
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