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lunes, 3 de junio de 2013

GP de ITALIA Lorenzo arrasa en MotoGP


Se ha impuesto con mucha claridad a Pedrosa, después de Márquez se cayera a tres vueltas para el final
Lorenzo arrasa en MotoGP
Lorenzo sumó su segunda victoria de la temporada . / Reuters
 
A falta de dos vueltas un nuevo triplete español en MotoGP era seguro. Estaba tan agarrado que nadie prestaba ya especial atención. Pero Marc Márquez cayó en la parte más fácil del circuito y facilitó que su compañero Dani Pedrosa lograra el segundo puesto a pesar de problemas con los neumáticos que tuvo en el tramo final. Jorge Lorenzo alcanzó con suma facilidad su segunda victoria en este Mundial que lo aúpa al subcampeonato, por el momento, en la clasificación general. “Me siento fuerte. Mucho. Preveo que las cosas van a ir bastante mejor ahora”, vaticinó el mallorquín. Crutchlow terminó tercero y llorando de felicidad tras tantas penurias.
Ya lo presintió Lorenzo al mirar hacia el cielo y ver salir el sol en Mugello. Las cosas empezaban a cambiar, se decía a sí mismo. Hablaba antes de empezar la carrera que la temperatura influiría, pero más le preocupaba los rivales que tenía por detrás. Se mostraba animado y sincero ante la perspectiva de una carrera difícil, donde las Yamaha fueron batidas únicamente por Pedrosa en la conquista de la ‘pole’. El otro protagonista del fin de semana había sido Márquez. Su caída a 280 Km/h todavía dejaba ver secuelas en la previa. Barbilla hinchada, magulladuras alrededor del ojo y su sonrisa de niño inocente marcada con la señal del que es valiente hasta el límite. Mientras daban la vuelta de reconocimiento un grupo de ‘tifossi’ pidió a Valentino Rossi que al menos tratara de dar una sorpresa en su tierra. Con el ‘46’ por bandera y tatuado sobre el pecho de algún que otro aficionado, desplegaron una gran pancarta donde llevaron el lenguaje de la antigua Roma a su máxima expresión. Poco duró ese intento de dar ánimos al amor platónico. Lo que tardaron los pilotos en dar una vuelta y encenderse el semáforo.
‘Il Dottore’, demasiado extramotivado quizá por esos vítores, embistió a Álvaro Bautista a los veinte segundos de empezar. La mitad del graderío lloró el fin de su ídolo. La otra parte se marchó. Para qué estar ahí, si ellos habían ido a hacer su parafernalia. ‘Vale’ puso pies en polvorosa a disfrutar del calor de la Toscana, que ya le tocaba. Su víctima no estaba para muchas fiestas y al terminar el gran premio todavía usaba su propio sistema no verbal para remarcar el enfado que tenía. En medio de tanto llanto los españoles decidieron hacer de la Toscana su patria por un día. El año pasado las posiciones de Pedrosa y Lorenzo eran las mismas que en esta ocasión. El catalán primero y el mallorquín segundo. En aquella ocasión tardó poco Jorge en adelantar a su rival. En 2013 no varió el esquema. Se demoró solo una curva de más en ponerse por delante del piloto de Honda. La novedad con respecto a batallas anteriores es que un nuevo invitado hacía su acto de presencia. Marc pasó en un viraje del sexto puesto al tercero. Colocó el ‘93’ detrás de su compañero y decidió esperar. Vigiló los movimientos de los dos campeones que tenía delante. Esperaba la oportunidad idónea, hasta ver dónde fallaba uno y en qué lugar era mejor para adelantar al otro.
Nueva caída y mala suerte
El resto de la parrilla observaba el triplete bajo bandera de la rojigualda que se estaba formando en cabeza. Crutchlow intentaba a golpe de riñón hacer algo más que el cuarto puesto de casi siempre, al mismo tiempo que por dentro refunfuñaba como cada dos fin de semana por la falta de mejoras en su moto, lo que le impedía estar luchando con los favoritos. Dovizioso miró que en boxes se encontraba su amigo Rossi y concluyó que era mejor terminar de minar la moral a los transalpinos que esperaban una victoria local y más si conducía una Ducati. Pero de nuevo las ‘balas rojas’ fueron de fogueo y el quinto puesto de Andrea era ya un buen premio.
La teoría decía que una temperatura alta del asfalto compensaba a favor de Honda las características de una pista perfecta como Mugello para Lorenzo. Error en los cálculos y las estrategias. A falta de nueve vueltas el balear se marchó al igual que si de un entrenamiento en solitario se tratara. Ante las perspectivas que se estaban produciendo en carrera, Márquez cogió aire y se olvidó de las pastillas para el dolor que tomaba cada dos horas. Acabó con la fraternidad de equipo, adelantó y volvió a equivocarse. Cayó cuando estaba solo, sin nadie que le molestara. Se levantó gritando al cielo, acordándose de Mario Boan, diseñador de un estadio gafe para él a partir de ahora.
No se coronó emperador logrando un nuevo podio y así continuar sumando récords de precocidad. Al de Cervera le quedará Cataluña para resarcirse. Allí, en tu tierra, con su gente, podrá demostrar que el trabajo supera cualquier mala suerte pasada. Pero no estará solo. Hay dos españoles que también querrán oír de nuevo la marcha real desde lo más alto como escucharon este domingo en la bella Florencia.

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