Desde su fundación en 1978 han nacido más de 4.500 bebés.
El banco, en datos
El número de donantes que selecciona anualmente el instituto de reproducción no ha parado de crecer desde 2007. Ese año, el centro congeló las muestras de 356 hombres, mientras que en 2012 realizó tratamientos con el semen de 442 donaciones.
El perfil del donante, el de siempre: joven estudiante universitario de mentalidad abierta, que ve en ello una forma de ayudar a otros a cumplir su deseo de ser padres a cambio de recibir una pequeña contraprestación económica. Como consecuencia de los requisitos previos pautados por el instituto de reproducción, el candidato debe tener entre 18 y 29 años y no ser adoptado para poder disponer de su historial médico familiar.
Solo un 13% de los aspirantes es escogido como donante.
Hasta 1978, las personas que necesitaban de los servicios de un banco de semén debían viajar a Bruselas, donde se ubicaba el primero que hubo en Europa.
Pero la voluntad del doctor Simón Marina, director médico del ahora conocido como Instituto de Reproducción CEFER, hizo posible que hace 35 años España tuviera el suyo propio ubicado en Barcelona.
Desde entonces, han nacido más de 4.500 bebés, gracias a los aproximadamente 3.500 donantes seleccionados por este centro, pionero también en la apertura del primer banco de óvulos del país.
El doctor Marina recuerda como por aquel entonces tuvo que vencer las reticencias de una parte de la sociedad española de la época en un contexto en el que «la esterilidad masculina era considerada todavía como una lacra y no como una patología».
A ello se sumaba la falta de información de pacientes y donantes, en un período en el que, según precisa su director, “no existía ninguna legislación al respecto”, puesto que la primera ley de reproducción asistida entró en vigor en 1988, una década después.
La normativa española vigente exige el carácter anónimo de las donaciones, condición que en opinión del experto debe mantenerse en el futuro «puesto que está demostrado a través de la experiencia en otros países que si desaparece el anonimato, se reducen las donaciones».
Con el paso de los años, este banco se convirtió en 1993 en el segundo centro del mundo en realizar una Fecundación In Vitro con lavado de semen, técnica que permite a pacientes con VIH ser padres sin riesgo de contagio para la madre y el futuro hijo.
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