Tan desamparados, por ejemplo, como para ser España el único país de su entorno en el que no existe un profesional de nuestro perfil en la cartera de servicios de la sanidad pública. El único. ¿Quieres acudir a un profesional de este tipo? Pues vas y lo pagas de tú cartera, así están las cosas, además de arriesgarte a que te encuentres con cualquiera que tenga una consulta abierta. Sin mayor control, tú pagas y tú te arriesgas. Como os digo, esto no pasa en la mayor parte de los países desarrollados en los que el dietista-nutricionista (o el profesional afín a este, sea como sea que se le denomine en cada estado) está ampliamente integrado en la sanidad pública: atención primaria, especializada, hospitalaria, etc. Y no es para menos, la inclusión de este profesional, tal y como se ha demostrado en diversas ocasiones supone un importante ahorro para las arcas públicas además de, lo más importante, mejorar de la calidad de vida del paciente, reducir los tiempos de hospitalización, etcétera.
Te iba a resumir ahora, otra vez, cuál es nuestra situación y cómo podría cambiar la tuya, como paciente, si la figura del dietista-nutricionista estuviera contemplada en la sanidad pública, pero casi mejor que, si quieres, te leas estas entradas que publiqué en su día.
- El dietista-nutricionista un profesional multidisciplinarmente ignorado
- Sanidad pública, dietistas-nutricionistas y política
- ¿Ejercer de médico con un curso online de 6 meses?
- El dietista-nutricionista: un profesional sanitario ninguneado
Por la inclusión de la figura del dietista-nutricionista en atención primaria y de acceso a todos los ciudadanos
Por la inclusión de la figura del dietista-nutricionista en atención hospitalaria
Por último, si quieres hacerte eco de esta demanda en las redes sociales, te sugiero que además de incluir los enlaces de más arriba, utilices la etiqueta #dn_sns_ya (Dietistas-nutricionistas en el Servicio Nacional de Salud, Ya)
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Imagen: Stuart Miles vía freedigitalphotos.net
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