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lunes, 24 de junio de 2013

Microsoft, Xbox One, terremoto, marcha atrás y vuelta a la competencia

 xbox one e3 tdm
Parece ser que Microsoft está empeñada en hacer que el post-E3 sea tan interesante o más que el macroevento en sí mismo. La semana pasada fuimos testigos de un hecho histórico: una rectificación de la compañía, la marcha atrás en gran parte de las políticas que iban a definir su estrategia de cara a la nueva generación.




No es la primera vez que una empresa del sector cede a las presiones de los usuarios —Capcom justificó la apariencia del nuevo Dante, Cole conservó su aspecto en InFamous 2, la propia Microsoft bajó el precio de la Xbox original…—, pero nunca se había tomado una decisión tan radical y significativa. Tras el cambio de rumbo incentivado por las innumerables y duras críticas de usuarios y profesionales de la industria, Xbox One no necesitará conectarse a Internet cada día, no incluirá ningún sistema para controlar la segunda mano y los préstamos y no contará con protección regional.
¡Qué alegría!, ¡qué alborozo! Aunque hay quien argumenta que habría sido más honroso tirar hacia adelante con la decisión tomada, por muy radical que ésta fuese, lo cierto es que la inmensa mayoría nos alegramos por el cambio de rumbo. De no haberse producido, intuyo que estaríamos a punto de meternos de lleno en una nueva etapa cercana al monopolio dentro del sector, con Sony marcando el rumbo casi de forma unilateral.
La generación que despedimos ha sido sumamente interesante y se lo debemos en gran parte a la dura competencia entre first parties. Nintendo disparó el mercado casual con Wii mientras PlayStation 3 y Xbox 360 se enzarzaban en una dura pugna de corte más tradicional, pero dando cada vez más relevancia al desarrollo indie y las posibilidades online.
Xbox-One-pad
Ahora, con una Wii U que no acaba de despegar, el lanzamiento de una Xbox One con las características anunciadas dejaría a PlayStation 4 con una ventaja competitiva brutal y eso no es bueno. No quiero decir que me parezca mal que Sony venda más sino que no hay nada tan beneficioso para el consumidor como la competencia. ¿Microsoft escucha a los usuarios?, ¿todo es fruto del temor a las bajas ventas?, ¿han pesado mucho las presiones de los accionistas? Puede verse como un acto de sensatez o uno de cobardía, pero en realidad eso da igual, al final lo que importa es que todos salimos ganando.
Los efectos del cambio no tardaron en hacerse notar —las reservas en Amazon Reino Unido se dispararon al instante—, pero no hay que engañarse, no todo es positivo. Microsoft también ha renunciado al préstamo de los videojuegos descargados, una función muy interesante que estoy convencido de que en un futuro cuajará pero que de momento queda aparcada.
xbox one ccs
Puede que este cambio no moleste a muchos jugadores y que, por tanto, Microsoft no se vea muy perjudicada por la decisión. Sin embargo, me temo que los cien euros más que costará Xbox One respecto a PS4 (justificados en gran parte por la inclusión de Kinect) y la mala imagen que ha generado todo este revuelo del DRM, sí podrían afectar de forma muy negativa a las ventas de la consola. Esperemos que la compañía sea capaz de compensarlo a base de juegos. De momento, el catálogo pinta bien.
¿Qué os parece el cambio de política de Xbox One?

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