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sábado, 20 de septiembre de 2014

ARIADNA Los próximos ordenadores no serán de bolsillo...

...sino de pulsera. Intel quiere convertirse en el proveedor de los sensores y procesadores para la electrónica 'vestible'. La pulsera MICA, creada junto a Opening Ceremony, es su primera apuesta
MICA es un brazalete inteligente creado por Opening Ceremony, que...
MICA es un brazalete inteligente creado por Opening Ceremony, que saldrá a la venta en los próximos meses. Intel no ha avanzado detalles, pero podría ser un híbrido de teléfono y sensor de 'fitness'.
 
Las pasarelas de la Semana de la Moda de Nueva York se han convertido en el escaparate no sólo de la alta costura, sino de la electrónica. Ya no es extraño ver desfiles en los que las modelos vistan, además de la moda de la próxima temporada, los últimos prototipos salidos de los laboratorios de I+D de Silicon Valley: las famosas gafas de Google, nuevos teléfonos, portátiles... La electrónica, en definitiva, también es tendencia.
Pero en la edición clausurada la pasada semana, la pieza de electrónica más avanzada era la mejor camuflada. Con aspecto de brazalete y acabados de joyería, MICA es un dispositivo de comunicación que llegará al mercado durante los próximos meses. El desarrollo ha corrido a cargo de Intel y la marca de moda Opening Ceremony. No se conocen los detalles finales, pero se trata de un intento de alejarse de los ejemplos que hasta ahora se consideran como electrónica vestible.
«El problema es que ahora tenemos dos tendencias: productos para deportistas y productos para amantes de la tecnología. Hay que cambiar esa forma de ver el mercado», asegura Aysegul Ildeniz, responsable de la división de nuevos productos en Intel. «Hay posibilidades más allá de estos campos en el negocio de la salud o países en desarrollo, por ejemplo. Y por supuesto está el terreno de la moda. Tenemos que crear objetos que la gente que no vive en Silicon Valley quiera llevar puestos», añade.
El brazalete es el resultado de varios intentos de diseño. Los materiales que se usan habitualmente para crear este tipo de piezas no siempre casan bien con las necesidades de los dispositivos electrónicos. Hay, por ejemplo, que dejar partes al descubierto para dar cobertura de radio, la batería tiene que integrarse dentro del propio cuerpo y es necesario cargar el dispositivo, bien mediante inducción o mediante una conexión USB (MICA usa ambos, el conector queda disimulado en el enganche). Para crearlo han sido necesarios muchos ensayos fallidos.
Opening Ceremony espera ofrecerlo este mismo año en varios acabados y materiales, pero gran parte de las funciones, y el precio, son por ahora un misterio. El dispositivo permitirá comunicarse con otras personas, aunque Intel no ha aclarado aún si será un dispositivo independiente o si tendrá que emparejarse con un smartphone. Tampoco se ha hablado de la autonomía, uno de los detalles que hasta ahora ha sido el principal obstáculo de este tipo de productos. MICA tiene una pantalla curva de grandes dimensiones en la parte interna del brazo.

EL MUNDO MÓVIL

Para Intel, MICA y otros dispositivos similares podrían representar una oportunidad aún mayor que el mercado de procesadores de PC, donde mantiene un claro dominio. Es una apuesta que serviría también para recuperar el terreno perdido en el mundo móvil. Aunque Intel ha tratado de promover el uso de procesadores de arquitectura X86 en teléfonos o tabletas, la mayoría de los fabricantes aún apuesta por la arquitectura rival ARM.
Durante el Foro Mundial de Desarrolladores (IDF) celebrado la pasada semana en San Francisco, la compañía de Santa Clara mostró su visión de futuro, en la que miles de objetos inteligentes conectados a la Red harán la vida mucho más sencilla, adelantándose a nuestras necesidades.
Aunque el anuncio oficial se produjo el pasado mes de enero, Intel presentó la pasada semana la versión final de la plataforma Intel Edison, un PC comprimido en el tamaño de un sello que espera convertir en el cerebro de toda una nueva generación de productos inteligentes, como ropa para bebés capaz de medir la temperatura del cuerpo o cascos de obra inteligentes capaces de detectar accidentes laborales. Edison, ya a la venta, cuesta unos 40 euros e incluye procesador, memoria y conexiones inalámbricas. La compañía espera que tenga éxito, también, entre los usuarios aficionados al bricolaje electrónico.
El papel de Intel, sin embargo, va en esta ocasión mucho más allá de crear las plataformas y procesadores comunes para este tipo de objetos. También pretenden integrar varios sensores y tiene varias patentes sobre el uso de electrónica en productos de electrónica vestible. «Es un campo en el que sólo hemos empezado a dar los primeros pasos, aún queda mucho por hacer», asegura Ildeniz.

Los 'wereables' no se llevan sólo en la muñeca


Synapse, un vestido luminoso impreso en 3D.
Synapse, un vestido luminoso impreso en 3D.
Relojes y pulseras son las primeras aplicaciones de la era de los objetos inteligentes, extensiones naturales de la joyería tradicional, especialmente atractivos porque ya hay un mercado de accesorios creados en torno a ellos. Pero la conocida como Internet de los Objetos (en un futuro la mayoría de los productos tendrán algún tipo de inteligencia y podrán reaccionar según el entorno o quién los tenga en la mano) va más allá de la muñeca. El objetivo es que para 2020 más de 50.000 millones de objetos cotidianos tengan algún tipo de componente electrónico.
Algunos productos son candidatos lógicos. La pasada semana, Intel presentó junto al científico Stephen Hawking un prototipo de silla de ruedas inteligente. Esta silla mide las constantes vitales de la persona sentada, incluida la presión sanguínea, las pulsaciones o la temperatura. Pero la silla es capaz también de sentir el entorno que le rodea y elaborar mapas de accesibilidad basándose en su recorrido. Estos mapas pueden transmitirse luego a la Red para que otras personas que usen sillas de ruedas inteligentes puedan encontrar rápidamente el camino hacia un punto determinado. El prototipo ha estado en desarrollo durante lo últimos 10 años.
Pero los objetos inteligentes vendrán en un futuro en toda clase de tamaños y formas. Synapse, por ejemplo, es un vestido de Anouk Wipprecht impreso en termoplástico mediante impresión 3D, que genera electrocardiogramas y encefalogramas del usuario que lo lleva puesto. Con aspecto futurista (podría haber salido de una escena de Alien), está equipado con 120 vatios de luces LED y todas las funciones se controlan por la voz. El cerebro del vestido, que incluye también sensores de proximidad y cámara, es la plataforma Edison.

EDISON

Este pequeño ordenador es el ingrediente principal también del casco inteligente para ciclistas creado por estudiantes de la Universidad de Oregón, en Estados Unidos. El casco funciona como una caja negra que almacena la velocidad, distancia y dirección del ciclista. Los datos pueden consultarse a través del móvil e integrarse en diferentes aplicaciones de fitness. Pero, además de medir el rendimiento del ciclista, este casco puede llamar automáticamente a los servicios de emergencia en caso de accidente, enviando la localización exacta. Los servicios de atención pueden extraer la información del casco para hacerse una mejor idea del accidente y la posible gravedad de las lesiones. El casco, que de momento es sólo un prototipo, puede utilizarse también como reproductor de música o sistema de manos libres.



La tableta más delgada tiene ojos


Dell Venue 8 7000 mide sólo seis milímetros.
Dell Venue 8 7000 mide sólo seis milímetros.
Además de ser inteligentes, los objetos del futuro podrán comprender mejor el mundo que les rodea. Ésa es la promesa de RealSense, una plataforma de visión espacial de Intel que llegará al mercado estas navidades integrada en la tableta más delgada del mercado, un modelo de Dell de sólo seis milímetros de grosor presentado la semana pasada.
La tableta tiene cámaras capaces de ver la profundidad de los objetos en la escena, de forma parecida a como funciona el accesorio Kinect de Microsoft para Xbox. Gracias a ellas puede medir con exactitud los objetos fotografiados. En la foto de una habitación, por ejemplo, se pueden calcular las distancias entre pared y pared o la que separa diferentes muebles.
Con la información de profundidad puede crear desenfoques selectivos una vez tomada la fotografía o aplicar filtros a objetos determinados de la imagen en lugar de a toda la escena. Este tipo de técnicas se habían intentado ya en telefonía móvil, pero RealSense aumenta la definición y exactitud de la cámara.
La tableta funciona con la última versión del procesador Atom y está equipada con el sistema operativo Android. Tiene una pantalla OLED de 8,4 pulgadas con resolución de 2.560 x 1.600 pixeles. Será una de las primeras tabletas Android que aprovechen la compatibilidad con procesadores de 64 bits de la nueva versión Android L. Dell no ha avanzado el precio de la tableta, pero asegura que será comparable al de otros modelos del mercado de similares características y dimensiones.

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